Se presentó en nuestro centro Ana Martínez con Mia, una gatita europea de diez años de edad. Ana nos comentó que hacía unos días notó que vomitaba saliva y bebía agua pero no comía. Además orinaba muy poco.
Por ello, se realizó una exploración general y posteriormente unas pruebas complementarias que consistieron en una analítica de sangre y orina, una radiografía y una ecografía abdominal. Las analíticas mostraron diversos valores alterados relacionados con una enfermedad en el sistema urinario. Posteriormente, en la radiografía apreciamos piedras en el conducto ureteral izquierdo, y la ecografía confirmó un cólico nefrítico izquierdo junto a la degeneración crónica del riñón derecho.
Comentamos los resultados de las pruebas realizadas a Ana y le informamos de la posibilidad de una técnica quirúrgica con el fin de solucionar su problema. Se trataba de la implantación de un bypass ureteral. Con esta técnica se intenta restaurar el paso de la orina desde el riñón a la vejiga generando un uréter artificial y, de esta manera, evitar la obstrucción generada por la piedra, ya que la extracción de esta tiene peor pronóstico.
Una vez informada, Ana accedió a la cirugía y después de estabilizar a Mia se procedió a programar la intervención. La recuperación de Mia fue rápida incluso para una cirugía tan delicada.
Actualmente, se presenta de forma regular para controles. Su riñón derecho está atrofiado ya que no era recuperable, pero su riñón izquierdo se mantiene funcional gracias al uréter artificial.
Gracias al bypass y al esfuerzo de sus propietarios, Mia puede llevar una vida normal.